MITOS, VENTAJAS Y CÓMO HACERLO.
En la actualidad existe un registro en ascenso de más de 2130 colombianos (entre niños y adultos), a la espera de un trasplante de órgano o tejido. Sin embargo, los mitos y/o creencias populares son las principales causas negativas a la donación, lo que incrementa la lista de espera.
Donar órganos es uno de los actos más solidarios que una persona puede hacer. No cuesta dinero, ni esfuerzo, regala la vida a alguien que se le acaba, que está enfermo y padeciendo.
Parte del desinterés ante la donación de órganos está asociado a la falta de información y el temor asociado a esta actividad. Dada esta resistencia al tema de la donación de órganos a continuación desmentimos algunos de los mitos más citados:
- A pesar de que ninguna religión prohíbe formalmente la donación de órganos, algunas personas religiosas pueden estar renuentes a ser donadoras debido a una mala interpretación de sus dogmas particulares. Por otra parte, algunas religiones tienen diferentes escuelas de pensamiento que conducen a discusiones sobre la pertinencia de la donación de órganos.
- La creencia de que la edad es un factor limitante para la donación. A pesar de que esta idea está muy extendida, la donación de órganos es posible y útil independientemente de la edad (aunque no con todos los órganos). De hecho, en España, más del 50% de las personas que fueron donadoras en el 2014 eran adultos mayores.
- La idea de que la donación implica mutilación o desfiguración y que el cuerpo debe permanecer intacto después de la muerte El hecho de que el cuerpo debe de permanecer intacto después de la muerte está relacionado con algunos rituales. De hecho, estudios recientes realizados con jóvenes chinos e indios de Norteamérica han encontrado que muchos de ellos si quieren donar sus órganos, pero tienen cierta renuencia por sus creencias tradicionales que se basan en la importancia de mantener la integridad del cuerpo. Por otro lado, vale la pena mencionar que el procedimiento de extracción de órganos para trasplante se lleva a cabo con incisiones estéticas, y el cuerpo se entrega completo a los familiares en condiciones adecuadas para realizar cualquier ritual que deseen.
- La desconfianza en el manejo del proceso de trasplantes de órganos. Esta desconfianza puede deberse a negligencia médica o a corrupción. Inclusive, hay personas que están renuentes a ser donadoras por el temor al tráfico de órganos, que representa el extremo de la corrupción. No es el objetivo de este artículo discutir sobre el tráfico de órganos, pero lo que sí es importante mencionar es que éste es independiente del deseo de que alguien quiera o no convertirse en donador.
- La creencia de que la donación se lleva a cabo antes de la muerte debido a que la muerte cerebral no es realmente muerte. En general, las personas confunden la muerte cerebral con un estado vegetativo o coma (durante el coma una persona tiene daño cerebral severo, pero aún cuenta con signos de actividad neurológica, en tanto que cuando se diagnostica muerte cerebral no hay actividad neurológica).
Para que un posible donador dé testimonio de su voluntad, es conveniente que firme una tarjeta de donador. Sin embargo, ésta no tiene valor legal y llegando el momento, la familia debe autorizar la extracción de órganos firmando un consentimiento legal para tal efecto. Por ello es importante que las personas que quieran ser donadoras lo hablen con sus familiares, ya que, si la familia no acepta la donación, ésta no se llevará a cabo, aunque el recién fallecido tenga su tarjeta de donador.
El fallecimiento debe ocurrir en un hospital que cuente con el equipo necesario para preservar los órganos (mantenerlos en hipotermia y administrar potasio), y realizar la valoración pertinente para que el equipo médico pueda dictaminar si el fallecido puede o no ser donador. Después de su extracción, para que los órganos se mantengan en condiciones idóneas, se requieren mantener en condiciones especiales. Hay un límite de tiempo para que los órganos se puedan preservar antes del trasplante, que varía de acuerdo al órgano o tejido en cuestión (de horas hasta días).
Informó
Marianela Ramos
Periodista & Ciudadana digital WEFU
Add comment