Somos lo que tenemos y recibimos

Dime con quién andas y te diré quién eres”

El que anda entre la miel algo se le pega”

Refranes escuchados por todos los colombianos en algún momento de su vida, dichos en su mayoría por las madres, quienes gracias a su experiencia transportaban sabiduría en estas palabras. Refranes tomados en la mayoría de los casos como ofensivos y excluyentes de algún tipo de persona, pero que si se hace un análisis profundo tienen mucha veracidad.

Cada individuo es un universo diferente con un sin número de cualidades, talentos, defectos, fortalezas, conocimientos por ofrecer y  tiene el poder de definir qué tomará de aquello que le sucede a lo largo de su vida y convertirlo en un factor positivo o negativo para la misma, pero este poder individual se ve influenciado por el constante contacto con otros universos (personas); somos seres sociales por naturaleza y de estas relaciones surge un intercambio de energía, comportamientos, pensamientos y aprendizajes. Nuestro cerebro tiene la capacidad de captar intenciones, gestualidades, emociones propias y del otro, como también tiende a aprenderlas y reflejarlas gracias a la relación y el vínculo creado con un universo diferente que está sincronizado socialmente.

Por esto mismo, es importante que seamos conscientes de la existencia de la mimesis natural y seamos  selectivos con el entorno, lo que aceptamos para que haga parte de nosotros, ya que es fundamental para impulsarnos y potencializar lo que somos y queremos llegar a ser. Igualmente, mencionar que, esto va desde la propia formación y descubrimiento para identificar cuándo dejar ir y cuándo quedarse con el universo que se unirá al tuyo.